Como resultado ha estado generando varias ideas que posiblemente utilice en algún futuro, recordemos que usar IA como una herramienta puede ser de buena utilidad siempre y cuando sepas utilizarlos bien, me han contado que hay gente que simplemente copia y pega el resultado que les da y lo hacen pasar como historias originales y suyas.
Estoy diciendo esto porque he recurrido también a Chat GPT para que me ayude con los fanfics que saldrán el próximo mes, solo debo tomar en cuenta el punto anterior para que así pueda dar unas buenas historias... o unos buenos artículos como el de ahora que va a ser uno interesante.
De acuerdo, dejemos ese tema a un lado y vayamos con lo más importante ahora.
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Creo que todos estamos de acuerdo con que la princesa Peach se ha vuelto en una de las waifus más interesantes dentro de todos los juegos de Nintendo. Ha sido un punto importante a lo largo de toda su franquicia que es poco probable que no la conozcan, hasta ha tenido un par de juegos donde ella es la protagonista como tal, y eso a mi parecer está más que bien.
Ya hemos podido ver lo que es capaz de hacer con la ayuda de los fontaneros o no, y también hemos visto que siempre tendrá unos diseños tan curiosos para la ocasión. ¿Cómo no podía ser de otro modo? una pequeña mejora en su vestido clásico cambiará las cosas para bien o para mal.
Cuando me puse a escribir el artículo sobre los Mods que le hicieron en los juegos de Smash Bros. supe que había mucho que contar en base a las imágenes que la cuenta de Twitter había compartido, y por eso me tomé la libertad de hablar con la IA sobre todo esto. Digamos que al final se le acabaron las descripciones para ayudarme.
He podido notar también que estos Mods también se han vuelto en uno de los más queridos al haber visto más contenido de estos en otras partes, lo cual se agradece, tiene mucho que ofrecer estos Mods.
Los dos estamos de acuerdo con que Peach logra mezclar la belleza y la valentía dentro de los juegos, no solo puede definir su estética, sino también su carácter: poderosa, elegante, letal sin necesidad de tocar, y absolutamente soberana de su espacio. Las imágenes que he mostrado en el otro artículo han abierto toda una narrativa, parcial y completamente, y sigue siendo simbólicamente la más linda y poderosa.
Peach es un personaje con muchas más capas de lo que su apariencia suave y tradicional podría hacer creer en cualquier parte de cualquier juego donde aparezca. En la superficie, Peach suele representarse como la figura de la princesa clásica que todo el mundo ya debe conocer: delicada, elegante, refinada, vestida de rosa, el arquetipo tradicional. Pero cuando deciden que lo mejor para ella es salirse del molde, revela algo mucho más interesante.
No necesita mostrarse agresiva para ser dominante, y eso se aplica en los juegos de Smash Bros. Su fortaleza no está en la fuerza física (aunque la ha demostrado muchas veces), sino en su aplomo, su claridad, su voluntad de permanecer de pie incluso cuando el mundo la subestima.
Puede estar perfectamente maquillada en un campo de batalla, sin importarle que se le arruine al poco tiempo. Puede sonreír antes de lanzar una bola de fuego con toda su gracia y la de otros jugadores presentes. Puede tener compasión sin perder autoridad. Eso la vuelve fascinante: una mujer que es símbolo de belleza y guerra, ternura y amenaza, cortesía y desafío.
Han sido unas descripciones muy interesantes las que me dio al analizar unas cuantas imágenes tanto con el Smash 4 como el Smash Brawl. Hoy se las quiero dar adaptados a mi modo, créanme que esas descripciones van de la mano con lo que es Peach.
Nota: Las imágenes que puse para este artículo son otras, las que le mostré a la IA ya las puse en el otro artículos sobre los Mods.
En ambas imágenes, Peach es capturada en pleno movimiento, girando con gracia pero también con potencia en la primera imagen y en la segunda volviendo a levantarse para seguir con la pelea. Su vestido ondea dramáticamente, lo que refuerza su aire regia y femenina, pero sin perder la sensación de impacto: esto es combate, no un desfile.
Aunque Peach es conocida por su elegancia, aquí adopta una pose que combina belleza con fuerza. Alza uno de sus brazos, lo que sugiere que está realizando uno de sus ataques más emblemáticos en el aire, un golpe que combina una vuelta estilizada con potencia sorprendente.
El vestido rosa y sus detalles blancos refuerzan su identidad tradicional, pero también aportan dinamismo visual en movimiento. Las texturas están bien definidas para un juego de este tipo: los encajes, las sombras del plisado, y el movimiento natural de la falda evocan tanto diseño clásico como acción moderna.
El escenario de ambas imágenes parece ser el interior de una torre, tiene un fondo azul puro con efectos de luz que realzan la acción, dándole un aire casi teatral, como si Peach brillara sola en el escenario. También resalta el contraste entre la delicadeza de la princesa y la rudeza del terreno. Un campo de batalla inesperado para alguien como ella, pero que domina sin perder su estilo.
Hay determinación en su rostro, pero sin caer en la agresividad. Peach mantiene su carácter sereno, casi inocente, pero con un leve gesto de desafío. Es una mezcla única: una princesa que no necesita ser rescatada, porque es ella quien da el golpe final.
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Ambas imágenes capturan a Peach preparándose para dar el siguiente movimiento (posiblemente un ataque giratorio en el aire, pero se los dejo a su imaginación) pero lo más interesante es cómo el movimiento no se pierde pese a estar detenido.
El diseño del vestido, especialmente en la zona superior, sugiere un levantamiento potente que da volumen y curva al encuadre, sobre todo en la segunda imagen. Esto no solo dirige la mirada hacia el centro de la acción (su cuerpo y su rostro), sino que transmite una sensación casi cinematográfica y algo provocativa.
El contraste entre los bordes curvos del vestido y los ángulos rectos del fondo (plataformas, caminos) refuerza la idea de que Peach está fuera del contexto tradicional de la realeza, llevándola al terreno del combate.
Peach siempre ha sido un símbolo de dulzura y delicadeza dentro del universo de Nintendo, pero aquí vemos un juego de doble significación: Su atuendo rosa clásico y los accesorios (guantes, escote, aretes, joyas) siguen reafirmando su figura como princesa tradicional que ya todos conocen. Sin embargo, la forma en que se mueve y su participación en un juego de lucha, desafía ese estereotipo.
La corona se mantiene perfectamente en su cabeza, incluso durante el estiramiento, lo cual refuerza visualmente el mensaje de que ella mantiene el control incluso en el caos.
Peach no muestra rabia ni tensión en su rostro. En lugar de eso, mantiene una expresión serena, con un leve toque de concentración. Esto es clave visualmente: Nos recuerda que la fuerza no necesita perder la compostura. Los ojos grandes, abiertos y brillantes proyectan una energía activa, pero con elegancia. El rostro que levanta la vista hacia arriba agrega dramatismo y conexión.
La escena cambia entre una imagen más abstracta. Ambas tienen su propósito: En el paisaje natural, el fondo tiene una sola línea diagonal que refuerza la dirección del movimiento. La escena tiene un aire de cuento, donde la princesa lucha en su propio reino. Esto convierte a Peach en la figura central absoluta, como si estuviera en un teatro de luz y oscuridad. El brillo, aunque es poco es casi celestial, enmarca el momento de impacto.
- Movimiento congelado con dinamismo
- El diseño de personaje como símbolo
- Expresión facial: dulzura y enfoque (aunque no se vea del todo)
- Fondo y composición
- Paleta de colores: femineidad en acción
No hace falta decir que pueden notar esos atributos. En estas imágenes el diseño de Peach destaca ciertas proporciones exageradas, especialmente en la parte superior del torso y en la pose que realza caderas y busto. Este tipo de estilización es muy común en videojuegos, especialmente en títulos donde los personajes tienen un fuerte componente visual caricaturesco o exagerado, como lo ha sido los juegos de Super Smash Bros.
Los personajes en Smash Bros. (y en general en el universo de Nintendo) están diseñados para ser visualmente impactantes y reconocibles, no necesariamente realistas. En este contexto: Peach tiene ojos grandes, cintura muy estrecha y un busto acentuado. Estas son decisiones de diseño que siguen la tradición del ‟diseño de silueta fuerte”, donde la forma del personaje debe ser reconocible incluso en sombra y sin Mods.
En estas imágenes, las poses elegidas enfatizan la curva de su espalda y el giro de sus caderas, lo que agranda visualmente los glúteos y el busto debido a la perspectiva forzada (una técnica que dramatiza la forma).
Aunque Nintendo mantiene un enfoque familiar, algunos diseños y poses sí coquetean con la sensualidad, aunque sin hacerlo explícito. Esto se nota especialmente en: El ajuste del corset y el escote del vestido, que marca el busto mostrando de más con este Mod de una forma tan curiosa. Las posturas en pleno combate, que a menudo acentúan curvas por razones estéticas o cinéticas. La elección de ropa ajustada en zonas clave, lo que genera contraste visual con el movimiento amplio del vestido.
Es un equilibrio curioso: por un lado, se mantiene su imagen de “princesa dulce”, pero por otro lado se usa una estilización tan llamativa que resalta atributos físicos con cierta intención de impacto visual llamativo.
Estas características no son solo decorativas: cumplen un propósito en el diseño de juego.
En un juego de lucha como lo es tanto Smash Bros. Brawl como Smash 4, es importante que cada personaje tenga una presencia visual clara, incluso a distancia. Las proporciones exageradas y colores brillantes ayudan a distinguir a Peach fácilmente entre otros luchadores.
También refuerzan su identidad de marca: Peach es femenina, elegante, pero no frágil. Y su apariencia exagerada refuerza eso en cada movimiento.
Las imágenes resaltan una versión de Peach que combina lo clásico con lo exagerado y lo excitante. El diseño marca sus curvas con más fuerza de lo habitual, probablemente intencionalmente para:
- Crear dinamismo visual.
- Apelar tanto al público general como a quienes notan estos detalles estéticos.
- Sugerir que la feminidad puede coexistir con la fuerza sin renunciar a la sensualidad.
Nintendo no cruza la línea hacia lo explícito, y está claro que no lo harán, pero sin duda los autores de estos Mods juegan con los límites del diseño sugerente. Y eso es parte del encanto visual que muchos de nosotros hemos percibido incluso sin decirlo abiertamente.
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Las tres imágenes están captadas desde un punto de vista extremadamente dinámico, casi dramático. No estamos viendo a Peach como un personaje de cuento de hadas en su trono, sino como una figura activa, potente, y hasta un poco intimidante desde el encuadre.
En la primera imagen, la cámara la toma en un ángulo medio-bajo con ligera torsión: su cuerpo está arqueado hacia atrás, como si esquivara o lanzara un golpe lateral. El cielo con algunas nubes de fondo contrasta con el rosa del vestido, haciendo que destaque de forma natural.
En la segunda y tercera imagen, la cámara está desde el medio de las escenas, acentuando de manera bonita (en la segunda) y exagerada (en la tercera) la parte superior de su vestido, generando un efecto visual que la engrandece. Es una técnica clásica para resaltar dominio y presencia, casi como una estatua en movimiento que cobra vida al moverse.
Este ángulo, además de exagerar proporciones, enmarca a Peach como un ícono de poder.
Hay una clara intención de capturar el movimiento giratorio que ya se intuía en la segunda imagen, pero aquí es aún más fluido. El movimiento del vestido y la inclinación del cuerpo cuentan una historia de velocidad, elasticidad y gracia: El pliegue del vestido, con sus encajes cambiando de forma con cada movimiento, recuerda a una flor que se mueve con el viento o a una onda expansiva. El cabello flotante acentúa la sensación de estar en medio de una voltereta, como si Peach estuviera suspendida en un instante que desafía la gravedad.
Estas decisiones refuerzan el mensaje: Peach no es solo bella, es ágil, y la elegancia de sus movimientos está coreografiada con precisión.
El vestido no solo es funcional visualmente, también comunica mucho simbólica y artísticamente: El bordado dorado en la parte inferior del vestido, visible en la segunda imagen, actúa como una firma de realeza. Es una flor estilizada o una llamarada según cómo la interpreten, y sirve como símbolo de su linaje y su fuego interno.
El corset bien ajustado y los guantes largos y sedosos contrastan con la fluidez del movimiento. Son recordatorios de que Peach controla cada elemento de su estética, incluso cuando está en combate.
En resumen, el vestuario es una armadura disfrazada de gala como la de otras princesas con almas guerreras.
El fondo en las tres imágenes juega un papel importante: El cielo nublado, despejado y nocturno representan libertad, amplitud, y enfoque visual. Pero también realzan la soledad y valentía del personaje en ese momento: Peach es el único foco, el punto de atención total.
Esto hace que ella se vea aislada, pero no vulnerable; sola, pero dominante. Como si no necesitara a nadie más en escena para imponerse.
Y sí, las proporciones aquí son notablemente amplificadas (tanto el busto, como la cadera y el leve movimiento del torso). Esto se debe tanto al ángulo como a una decisión de estilización artística propia de los desarrolladores de estos Mods:
Estas formas exageradas no son casualidad, sino parte de una iconografía donde la forma comunica función, de alguna u otra manera: Peach, aunque es una princesa, también es una fuerza en el campo de batalla. El contraste entre la suavidad del personaje y lo agresivo de algunos encuadres crea una tensión visual potente, que se vuelve parte de su identidad: elegante, sí. Frágil… nunca.
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Peach no es la única que ha pasado por este tipo de cosas. Las otras que también son conocidas quisieron participar también, y eso fue lo que sucedió después de haberlas metido a la lista.
Ambas primeras imágenes emplean primerísimos planos, lo que inmediatamente genera un efecto de intensidad emocional y una ruptura con la distancia tradicional entre espectador y personaje.
En la primera imagen, el rostro de Zelda domina la escena. Su expresión determinada (lista para dar el siguiente movimiento) es teatral, casi como si estuviera en medio de una obra de ópera o una telenovela digital. Su mirada, muy abierta y directa, capta al espectador sin darle tiempo a pensar al estar concentrado en otra cosa.
La segunda imagen recorta aún más, centrando la atención en el busto. Aunque es un encuadre más estático, mantiene la sensación de inmediatez, como si hubiésemos llegado tarde a un momento íntimo y lo hubiéramos congelado en el aire. Aunque bueno, uno no puede quejarse por haber hecho eso, estaría más agradecido que otra cosa.
Estos encuadres hacen que Zelda no solo esté en escena, sino en sus espacios visuales, casi como una escultura que desafía el límite de la pantalla.
Estamos frente a un modelo de época intermedia, donde el estilo visual tiene una calidad algo rígida, pero con una carga de encanto: Las texturas en el vestido, es decir el encaje, los pliegues, la costura del corset no son realistas, sino simbólicas. No buscan parecer tela, sino evocar el ornamento. Este estilo es propio de la era de la Nintendo Wii, donde el lenguaje visual era más caricaturesco y audaz.
El sombreado sobre su piel es plano, sin gradientes suaves. Esto la aleja del hiperrealismo y la acerca a una estética de figura de porcelana: impecable, intocable, contenida dentro de una lógica visual propia.
El morado domina toda la composición. Pero no es un morado tan plano: hay variaciones entre los tonos más fríos en el corset, los más cálidos están presentes en las mangas, y los más neutrales en los guantes. Esto da profundidad cromática a la figura, sin necesidad de usar sombras más complejas.
El fondo, con tonos neutros (negro, marrón, naranja), resalta aún más el vestido de Zelda. Ella es la mancha viva en medio de un entorno viejo y desolado. Esto refuerza la idea de que no pertenece al campo de batalla, y, sin embargo, lo conquista con su sola presencia.
Zelda no necesita hablar en estas imágenes. Su cuerpo habla:
Una de sus manos alzada, en la primera imagen, pueden interpretarse como gesto de determinación, defensa... o teatralidad pura. Son manos de actriz clásica, pero también de guerrera. Como si estuviera en una ópera visual. Su boca no articula palabras, pero comunica: un asombro escenificado, una pausa antes del diálogo, o incluso un momento de distracción perfectamente coreografiado. Aquí, el gesto tiene más valor que cualquier línea de diálogo.
Estas imágenes no buscan equilibrio ni realismo, aquí no importa demasiado. Buscan énfasis. Y el arte, muchas veces, está en exagerar un instante hasta convertirlo en símbolo.
El busto resaltado, los ojos abiertos, el vestido no tan saturado de detalles son elementos que hablan del exceso visual como elección estética. Como en el barroco o el teatro kabuki, el mensaje es claro: “mira aquí, no te escapes.”
En ese sentido, Zelda no es solo una princesa. Es una imagen construida, un ícono de estilo, un símbolo en sus juegos (que es lo obvio) y una representación visual.
Estas imágenes, más que capturas de un videojuego, funcionan como composiciones escénicas. No hay acción clara ni narrativa lineal, pero sí emoción congelada. Como un cuadro que captura el segundo exacto antes del grito, antes del giro, antes del impacto.
En el mundo del arte, eso se llama instante suspendido. Y en el de Zelda se llama estilo.
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Y por último tenemos a la misma Samus, que ha estado al tanto de todo esto y también quiso sumarse. Fue poco lo que tuvo, pero se aprovechó bien para que estuviera a la misma altura que las otras dos anteriores.
En estas tomas, Samus es capturada en un momento de preparación, como si algo la hubiese sorprendido en plena acción. Su expresión (mirada fría pero determinada por saber) refuerza la idea de una pausa dramática. No hay poses clásicas de heroína: hay algo más humano, más impulsivo.
La cámara está colocada desde un plano picado extremo, lo que genera una sensación de vulnerabilidad o, en contexto teatral, de ‟descentramiento.” Este ángulo no es noble ni majestuoso: es visceral, inmediato, y por tanto muy teatralmente efectivo si lo entendemos como un quiebre del rol tradicional de Samus.
La imagen parece tomada justo antes o después de un evento impactante. Este ‟corte” de la escena se vuelve interesante desde lo narrativo, porque nos sitúa en el centro de una transición: no es estática, no es una pose... es un instante que grita ‟¿y ahora qué?”
El traje conserva su elegancia. Este se pliega y curva con realismo, dando volumen y peso al atuendo. El brillo exagerado sobre la piel y las partes rasgadas del traje sugiere un foco escénico que acaba de encenderse, como si el spotlight la hubiese descubierto en una posición comprometedora o inesperada. Esto se puede ver más en la parte trasera del traje.
Aquí Samus deja de ser la guerrera que es y se convierte en figura inquieta, reactiva. La combinación de ángulo, luz y gesto sugiere un momento de choque entre su imagen pública (elegancia, control) y su reacción espontánea (humana, abierta). Y todos estamos de acuerdo que esto fue por la inesperada reacción que tuvo su traje al no poder aguantar más esos atributos.
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Estas imágenes no solo muestran a Peach, Zelda y Samus como unas luchadoras más: visualmente, las representan como unas figuras de poder femenino que no renuncian a su identidad para tener fuerza. Sus estéticas y sus actitudes desafían los límites entre lo delicado y lo poderoso, demostrando que pueden ser unas princesas... y unas combatientes letales al mismo tiempo.
Estas imágenes muestran a las tres damas como unas figuras en transición: entre princesas y guerreras, entre íconos visuales y personajes activos. El cuerpo no solo se mueve, se expresa. Y lo hace con poder, estilo y una feminidad que no pide permiso para ocupar espacio.
Ellas no posan. Ellas desafían al espectador con sus miradas, su formas y sus vuelos.
No subestimen nunca a una dama bien equilibrada.
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Y así es como se acaba este artículo. A decir verdad fue divertido haber hablado con la IA acerca de todo esto y que al final me diera estas descripciones para las tres. Una pena que ya no me quiera dar más descripciones.
Le mando un agradecimiento a mi amigo God of Game, quien fue el que hizo las capturas en Smash Brawl. Buen trabajo, amigo mío.
Pero bueno, aún hay más cosas que resaltar en esos trabajos. Son dos artículos de los cuales hablaré sobre lo que me ha dado Chat GPT en base a algunas imágenes, y este es el primero; el segundo llegará en unos días, y creo que ya sabrán de quién va a tratar el siguiente artículo.
Por ahora eso sería todo, espero y pasen un buen día hoy. Nos vemos en el siguiente artículo. Se me cuidan.
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