El Dossier

𝐀𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥é 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝟏𝟑 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬, 𝐲 𝐡𝐚𝐧 𝐝𝐞𝐜𝐥𝐚𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐚ñ𝐨 𝐬𝐞𝐫á 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐰𝐚𝐢𝐟𝐮𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐖𝐢𝐭𝐜𝐡 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐲 𝐆𝐞𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧 𝐈𝐦𝐩𝐚𝐜𝐭. 𝐓𝐞𝐧𝐝𝐫á𝐧 𝐮𝐧 𝐚𝐫𝐭í𝐜𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐝𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐞𝐫 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐟𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧, 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐆𝐞𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐭𝐞𝐧𝐝𝐫á𝐧 𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐚𝐥 𝐬𝐞𝐫 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬. 𝐕𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐯𝐞𝐫 𝐜ó𝐦𝐨 𝐬𝐚𝐥𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐨 𝐥𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐚ñ𝐨.

jueves, 27 de marzo de 2025

Una encuesta sensual | 𝓢𝓪𝓴𝓲 - Capítulo 3 | Escrito por: PantsuDesu & possiblycones

Saki regresó a su apartamento desde la oficina en tiempo récord, caminando a paso ligero bajo un clima ideal para un picnic, y solo se detuvo para un breve desvío a la panadería local St. Gentleman's para comprar el almuerzo. Llegó a su apartamento y subió las escaleras a toda velocidad, subiendo dos, luego tres escalones a la vez, sin darse cuenta, con las piernas estiradas como nunca por la emoción. Al llegar a la puerta, buscó a tientas las llaves, moviendo la bolsa de papel que contenía su sándwich a la mano que ya sostenía su maleta, sus dedos se estiraron sutilmente para acomodar los múltiples artículos. La sensación la sorprendió; aún no se había acostumbrado del todo a la forma en que su cuerpo se movía y se doblaba. Por un momento, se le puso la piel de gallina, la sensación de toda su mano estirándose y adaptándose le resultó extraña y ajena.

«...no. Es diferente. Simplemente diferente. Recuérdalo»

Su estómago rugió; a pesar de su abundante desayuno, estaba muerta de hambre. Quería empezar a comer de una vez, pero se contuvo un momento y lo dejó en la mesa de la cocina mientras rebuscaba en algunos cajones. Un minuto después, se sentó con bolígrafo y bloc de notas en la mano mientras desenvolvía el sándwich de chuleta caliente, empezando a escribir algunas palabras mientras daba el primer bocado.

  • ¿Elástica?
  • ¿Todo el cuerpo? 
  • ¿Cuánto tiempo?
  • ¿Sin lesiones?
  • ¿Flexible? ¿Cuánto?

Saki hacía girar el bolígrafo entre sus dedos. Tenía muchísimas preguntas sobre las capacidades de su nueva forma, y ​​el hecho de expresarlas con palabras le despertaba una curiosidad endiablada. ¿Qué podía hacer ahora? Todavía no le convencía la idea de que otros descubrieran su elasticidad, pero tras haber llegado a la conclusión de que reprimirse solo era un camino al desastre, necesitaba saber todo lo que podía y no podía hacer, y vivir su vida en consecuencia. Dio otro mordisco a su sándwich.

«Sin duda, me ha abierto el apetito; normalmente no llego ni a la mitad de uno de estos sándwiches»

Solo podía imaginar cuántas calorías estaría quemando al estirarse; algo que ya podía esperar de ahora en adelante era una factura de la compra más alta. Pero no importaba: sabía manejar un presupuesto. Saki revisó su lista.

  • ¿Todo el cuerpo?

¿Podría estirarlo todo? Ya estaba bastante segura de que era así entre el encogimiento y la compresión que había hecho ese mismo día, pero algunos cabos sueltos aún la inquietaban. Claramente, todo su cuerpo era maleable, pero parecía haber alguna discrepancia entre las partes, siendo sus orejas un claro ejemplo, pues recordaba con tristeza cómo había perdido su pendiente. El hecho de que ese pendiente probablemente estuviera ahora en algún lugar del Pacífico la desanimaba un poco, pero se negaba a dejar que eso la distrajera. Con un último mordisco, terminó su sándwich.

«No, me preocuparé por eso más tarde, esto es lo importante»

«¿Qué no he intentado estirar? ¿Mis dedos solos? ¿Mi pelo? ¿Qué más podría...?»

Saki fue interrumpida repentinamente por una punzada demasiado familiar. Dejando que su mente divagara, se mordió accidentalmente la lengua. Se llevó las manos a la boca y dejó escapar un grito de sorpresa, esperando ya la oleada de dolor que sin duda vendría después. Se quedó allí sentada, haciendo una mueca, pero pronto se hizo evidente que no se había infligido ninguna lesión real.

«Ah... sí. Es elástica. No debería dejar que esto me sorprenda ahora»

Con cautela, Saki movió la lengua hacia un lado de la boca y volvió a morderla con cuidado, obligándose a ir en contra de cada instinto que gritaba un rotundo ‟¡NO, NO HAGAS ESO!” Presionado entre las muelas, el músculo se aplanó, tan apretado que pudo sentir la dureza de una fila de dientes a la otra a través de la fina y blanda capa de lengua. Sin embargo, la dureza en sí misma era algo reconfortante; recordaba cómo se le habían ablandado los dientes durante su primera ráfaga de estiramiento, pero ahora, por suerte, parecía que estarían duros cuando los necesitara; no podía imaginar lo difícil que sería comer de otra manera. Masticó un par de veces, sintiendo la lengua como un gran chicle dentro de la boca.

«¡Dios mío, qué raro se siente!...»

Aflojando la mandíbula, sintió que su lengua recuperaba su forma original, sin marcas ni daños por el aplastamiento al que la había sometido. Un destello de inspiración la asaltó. Ni siquiera había pensado en probar esta parte antes, pero ahora casi se alegraba de haber masticado distraídamente. Emocionada por la anticipación, Saki sacó la lengua, con los ojos bizcos sobre el puente de la nariz, observando atentamente.

Su lengua se disparó más allá de sus labios, dirigiéndose hacia la superficie de la mesa. Aunque confiaba en su propia limpieza, seguía sin ser algo que quisiera lamer, así que la inclinó hacia atrás, elevando la lengua. Cuando casi alcanzaba el techo, detuvo el estiramiento, dejando el largo arco rosado suspendido en el aire. Sin dejar que se acortara, lo acercó por completo, formando un amplio y curvo espiral justo delante de su cara. De labios a punta, había superado con creces el metro, y estaba completamente asombrada por lo prensil que era. Impulsada por la oleada de ideas que esto le presentaba, bajó la lengua hacia la mesa y enroscó el pseudoapéndice alrededor del envoltorio de su sándwich; el sabor de unas gotas de salsa tonkatsu derramadas lo recorrió como una corriente por un cable. Con un pequeño giro, compactó el envoltorio hasta formar una bola, levantándolo de la mesa antes de lanzarlo aún más lejos, depositándolo en el bote de basura del otro lado de la cocina, a casi dos metros de distancia. Con una risita arrastrada, volvió a meter la lengua en la boca hasta que estuvo satisfecha con su proporción. Saki se rió para sí misma.

«¡Eso fue increíble!»

Por no mencionar, pensó, inesperadamente fácil. Su experiencia en estirarse intencionalmente era increíblemente limitada, pero esta acción que ella, por no decir todos los demás en la Tierra, había hecho antes, le había resultado sorprendentemente natural. Si bien tuvo que concentrarse un poco más para controlarse a medida que se alargaba y se acercaba a su objetivo, el hecho de haberlo logrado ya era impresionante por sí solo.

«Y eso era solo mi lengua, ¡mi LENGUA!»

La increíble demostración de potencial que acababa de mostrar fue una descarga de energía, un torrente de posibilidades; quería probarlo todo. Saki se levantó de la mesa, ansiosa por experimentar, se quitó el blazer, lo enganchó en el respaldo de su silla y se arremangó las mangas antes de dirigirse a un espacio abierto en la sala de estar adyacente.

Durante los siguientes diez minutos, Saki permaneció de pie en el centro de la habitación, señalando cada parte del cuerpo que se le ocurría y tratando de estirarla como acababa de hacer con la lengua. Lamentablemente, la mayoría de las ideas resultaron ser un fracaso. Si bien logró mover un dedo de la mano o del pie por toda la habitación, prácticamente todo lo demás necesitaba ser jalado o empujado para obtener una reacción, solo para recuperar su forma rápidamente en cuanto lo soltaba. Se había tirado del pelo, la nariz e incluso de zonas de piel que sabía que podía estirar, como el antebrazo o cerca del estómago; todas se comportaban de la misma manera: maleables, pero a la vez tercas, incapaces de ser moldeadas permanentemente. Con una conclusión en mente, se palpó los bolsillos buscando el bloc de notas, pero se dio cuenta de que no lo había recogido, dejándolo en la mesa a poca distancia. Saki comenzó a dar un paso hacia la cocina, pero se detuvo, plantando los pies donde estaba.

Podía estirarse; la distancia no le preocupaba mucho.

Era una mentalidad extraña, pero sentía que le sería beneficioso adoptarla. Usar sus habilidades de esta manera la ayudó a acostumbrarse a ellas. Cuanto más las usaba, más normales le parecían. Y con suerte, pensó, esa normalidad le traería calma y pondría fin a los estallidos de estrés incontrolados que había estado sufriendo.

«A ver si puedo practicar un poco»

Extendiendo el brazo derecho, estiró el cuello hacia abajo, presionando la mejilla contra el antebrazo, observando la extremidad como si fuera el cañón de un rifle. Una vez estabilizada, extendió la mano con el brazo hacia adelante, extendiéndola con la mayor suavidad y rectitud posible. Extendiéndola cada vez más, su agarre se extendió un metro, luego otro, y luego otro más, con el bolígrafo y el papel a unos tres metros de distancia. Su brazo comenzó a desacelerar a medida que se acercaba a su objetivo, concentrada en mantener la extremidad completamente recta; una acción que le provocó un hormigueo a medida que se extendía. El brazo se acercaba cada vez más, con la mano abierta para agarrar los objetos deseados. Falló, su mano quedó a poco menos de diez centímetros a la izquierda del bloc y el bolígrafo.

«Bueno. De todas formas, no esperaba conseguirlo a la primera»

Dejó el brazo aflojarse mientras lo retraía, aliviándose al instante del esfuerzo de mantener la extremidad rígida. Despojándose de la sensación de hormigueo, retomó su postura y dirigió el brazo hacia la cocina. Falló de nuevo, apuntando demasiado bajo esta vez, y su mano terminó debajo de la mesa antes de ser arrastrada hacia atrás para un tercer intento. Esta situación se repitió varias veces, pero no se desanimó.

Esto era algo que quería dominar; si tenía que vivir con un cuerpo de goma, lo mínimo que podía hacer era asegurarse de usarlo bien. Finalmente, al quinto intento, Saki agarró el bolígrafo y el bloc de notas de la mesa, que tenía en la mano, apoyados en el extremo de un brazo perfectamente recto. Dejando que su brazo se desplomara de nuevo en los suaves arcos causados ​​por la fuerza de la gravedad, comenzó a retraerse, pero se detuvo de nuevo. Había algo más que quería probar.

Saki devolvió el bloc de notas a la mesa mientras se alejaba aún más, sentada en el sofá de la sala, con el brazo derecho aún apoyado en la mesa. Ahora estaba lo más lejos posible de la mesa sin salir de la habitación, y calculó que había unos cuatro metros entre ella y el papel. Su otro brazo se estiró, encontrándose con su compañero mientras tomaba el bolígrafo con la mano izquierda. Lo abrió e intentó escribir.

Para sorpresa de todos, el resultado fue un desastre.

No solo apenas podía ver dónde escribía en la página, sino que además los movimientos habituales de la muñeca ya no eran tan habituales, pues sus manos ya no estaban sujetas a ninguna rigidez. Al intentar hacer una simple marca horizontal, los extremos de sus brazos se torcieron drásticamente, haciendo que su mano se deslizara por el papel, dejando tras de sí una línea negra incontrolable. Claramente, necesitaba una mejor posición.

Todavía sentada, Saki centró su atención en estirar el cuello, elevando la cabeza antes de dejarla paralela a sus brazos, dirigiéndose hacia la mesa. Una vez allí, hizo algunos ajustes leves, intentando colocar la cabeza aproximadamente donde estaría en relación con sus manos si no hubiera estado estirada casi a lo largo de todo su apartamento. Ahora, mirando el papel desde un ángulo mucho más familiar, comenzó a escribir de nuevo.

Esta nueva posición pareció funcionar. Si bien sus manos aún no se habían adaptado a la falta de sujeción causada por sus muñecas prácticamente deshuesadas, al menos ahora podía progresar un poco, empezando a garabatear algunos caracteres de primaria en su hoja de notas. Sin embargo, su caligrafía mejoró un poco cuando intentó levantar la vista ligeramente, de modo que solo se vieran los dorsos de las manos. Hacerlo pareció reactivar la memoria muscular de cómo escribía antes de su cambio, presumiblemente porque ahora no miraba las largas y singulares hebras que formaban sus brazos. Después de anotar algunas notas más, retiró las tres extremidades, llevándose consigo el bolígrafo y el papel, que ahora tenían las notas adicionales escritas bajo la primera viñeta.

  • Puedo moverlo → Puedo estirarlo
  • TRABAJAR EN MANTENER EL ESTIRAMIENTO RECTO (¿ejercicios?)

Uno menos, varios más. El siguiente punto de su lista probablemente sería el más difícil de comprobar, pero también era el que más le interesaba resolver.

  • ¿Cuánto tiempo?

Esta pregunta despertaba una inmensa curiosidad, y encontrar la respuesta probablemente solo generaría más preguntas. Una cosa era que su mutación cambiara su composición corporal a algo increíblemente gomoso y maleable, pero las longitudes que había logrado alcanzar hasta entonces parecían indicar algo aún más extraño. ¿Cómo era capaz de hacer que las partes de su cuerpo fueran tan largas sin encogerse ni estrecharse? Realmente parecía crecer al estirarse y encogerse al contraerse, lo que significaba que, de alguna manera, se creaba y consumía masa. No era científica, pero incluso ella sabía que algo no cuadraba.

¿Cuánto me estiré anoche? ¿Nueve o diez metros en cada extremidad? Supongo que más o menos, pero dudo que pudiera estirarme tanto. Tiene que haber algún límite, ¿no?

…¿Verdad?

Ansiosa por descubrirlo, Saki empezó a planear cómo medir algo así. Lo primero que quería era conseguir el máximo espacio posible, y sabía que la sala de estar no era el lugar indicado. Concluyó que el mejor plan era intentar abarcar todo el ancho de su apartamento. El plano que poseía tenía una forma similar a la de dos letras H inglesas unidas a los lados, con la entrada, la cocina y la sala de estar formando la parte central de una distribución de tres columnas. En las paredes paralelas de la sala había dos puertas enfrentadas que conducían a los dos dormitorios (o, en su configuración actual, a un dormitorio y una oficina). A través de estas puertas disponía del mayor espacio abierto ininterrumpido disponible, y era en este espacio donde intentaría medir al máximo su capacidad de adaptación.

Tras tomar algunas medidas para asegurarse de tener una referencia con la que comparar, se dirigió a su oficina y acercó la silla de su escritorio a la pared más alejada antes de sentarse. Ambas puertas estaban abiertas frente a ella. Tras darle vueltas a cómo empezar, finalmente se decidió por usar un solo brazo para ver si podía alcanzar algún límite, y luego medirlo basándose en el ancho de su apartamento. Luego usaría esa medida para intentar estimar la longitud de sus otras partes. A pesar de estos planes, reconoció que inevitablemente tendría que improvisar, ya que no sabía realmente qué iba a pasar. ¿Alcanzar un límite le dolería? ¿Impediría que otras partes se estiraran? ¿Acaso tenía un límite? La incertidumbre de la situación comenzó a generarle una ligera punzada de ansiedad, pero se disipó rápidamente. Era una pionera que, con audacia, descubría las posibilidades de una habilidad increíblemente versátil, y rebosaba de entusiasmo por hacerlo.

Saki lanzó su brazo derecho hacia adelante, fuera de la oficina, atravesando la sala de estar y entrando en su dormitorio, tocando la pared opuesta.

«18 metros... y ni siquiera sudé»

Al llegar a su primer punto de control, intentó doblar el brazo lo más cerca posible, casi intentando doblar la extremidad por la mitad antes de volver a estirarla hacia ella. Pero por mucho que lo intentara, no conseguía que su propia extremidad formara un ángulo tan cerrado como deseaba. Sabía que tenía que intentar algo más. El margen de error era demasiado grande debido a la holgura, y realmente quería poder asignar un número definido a al menos UNA parte. Volvió a subir el brazo por el apartamento hasta que se compactó de nuevo a su costado con una longitud normal.

Saki se recostó y dio varias vueltas en su silla, pensando en cómo podría medirse de otra manera.

«¿Cómo sueles medir largas distancias? ¿En una pista de carreras? Eso ni hablar, no tengo acceso a una por aquí. Además, tendría que salir para eso…»

Se le iluminaron los ojos al pisar fuerte, impidiendo que la silla siguiera girando mientras miraba hacia la esquina de la oficina. ¡Sí que tenía acceso a una pista de carreras! O al menos, a algo que pudiera hacer lo mismo. Saki nunca había estado muy segura de si comprarle la vieja cinta de correr a su vecina había sido la mejor idea, dado que iba caminando prácticamente a todas partes. Sin ningún incentivo real para usarla, el aparato acabó sin funcionar durante meses, solo encendiéndose cuando el tiempo era demasiado malo para ir a la oficina.

«¡Bueno, ahora le encuentro un uso!»

Saki se levantó de la silla de un salto, fue al armario rápidamente y luego se dirigió a la esquina donde estaba la máquina. Era un modelo antiguo; la pantalla de la consola consistía en números LCD cuadrados y la pista era poco más que una cinta transportadora ligeramente suspendida, sin asas ni cubiertas. Dejó el rollo de cinta adhesiva que había sacado del armario, se agachó, agarró la cinta de la máquina e intentó inclinarla sobre sus ruedas.

Sin embargo, en cuanto empezó a levantarla, se encontró de espaldas, mirando al techo. Inclinando la cabeza hacia adelante, se miró las manos, que aún sujetaban la parte inferior de la cinta transportadora. Le llevó un momento, pero pronto se dio cuenta de su error. Al intentar tirar hacia arriba, sus brazos se estiraron sin la resistencia habitual al levantar objetos pesados, lo que le hizo perder el equilibrio. Con esto en mente, se levantó y lo intentó de nuevo, pero esta vez manteniendo los brazos lo más rígidos posible. Por suerte, el esfuerzo valió la pena, e inclinó la máquina hacia atrás para poder rodarla hasta la puerta.

«Eso es algo que tendré que tener en cuenta. Me alegra que haya ocurrido aquí y no en ningún otro lugar...»

Soltándose, Saki dejó caer la cinta y se sentó en el suelo, justo al lado de la parte delantera, debajo de la consola. Todo estaba prácticamente en su sitio. Estaba segura de que podía empezar. Recogió el rollo de cinta, arrancó unas tiras largas antes de apoyar la mano derecha sobre la superficie rugosa de la pista. Se colocó generosamente varias capas de cinta en la mano, sujetándola firmemente al cinturón. Estiró el cuello, junto con la otra mano, hacia la consola, y empezó a pulsar botones, introduciendo los ajustes que deseaba para su ‟trote.” Se aseguró de ponerlo a la velocidad más baja posible por precaución, pero aun así, la idea de lo que estaba a punto de hacer la asustaba. ¿De verdad le parecía bien someter su cuerpo a la fuerza de una máquina? ¿Debería parar? ¿Esperar a que se le ocurriera otra cosa? Quizás podría simplificarlo y comprar un par de cintas métricas muy largas...

No. Esto funcionará.

Estoy bastante segura de que pasé de lo ‟simple” en cuanto derramé ese compuesto. Mejor lidiar con ello. A estas alturas, no tenía sentido andarse con rodeos.

Pulsó el botón de inicio.

El cinturón empezó a rodar, apartando la mano vendada y extendiendo su brazo tras él. Preocupada por si algo salía mal, observó con la respiración contenida, pero sus temores pronto se disiparon. La velocidad era cómoda, y cuando su mano desapareció por el extremo opuesto, confió en que su plan saldría bien.

Sin nada que hacer más que pasar el rato, Saki sacó su teléfono y empezó a reproducir un audiolibro en francés que había descargado. Sus viajes de negocios le habían dejado poco tiempo para seguir con sus estudios, pero ahora parecía un momento tan bueno como cualquier otro para ponerse al día. En él, dos locutores se turnaban para participar en una conversación simulada, esta vez centrada en cómo lidiar con emergencias.

‟¡à l'aide! Je pense que je me suis foulé la cheville!”

Saki se adelantó con una sonrisa burlona.

«...no creo que lo necesite más»

La siguiente sección resultó ser más práctica, con una escena centrada en los intercambios necesarios en una tienda.

‟¿Pourriez-vous atteindre cet article sur l'étagère du haut?”

Saki rió disimuladamente.

Sin embargo, a medida que los dos oradores seguían conversando, Saki se dio cuenta de que prestaba cada vez menos atención a lo que decían, pues su atención comenzaba a gravitar hacia su hombro y el brazo que se extendía constantemente junto a él.

Sigo...

¿Cómo es posible? ¿Han pasado cuánto? ¿2, quizá 3 minutos? ¿Cuánto tiempo llevo?

Saki apagó la grabadora y se guardó el teléfono en el bolsillo de la blusa, sin haber sacado absolutamente nada de lo que había estado escuchando. Tendría que posponer las clases; tenía cosas mucho más interesantes que atender.

Su brazo vibraba con la sensación; percibía una retroalimentación táctil en cada bucle al rozar la goma áspera de la cinta. La sensación era electrizante, como un zumbido sordo que se extendía por la zona nebulosa que ocupaba su brazo al girar. Entonces descubrió que si se concentraba más en el brazo, podía descomponer la sensación de cada bucle individualmente, como si tuviera varios brazos adicionales en lugar de uno solo. Usó esta sensación para intentar contar cuántas veces había envuelto su brazo alrededor de la cinta, pero para cuando llegó a ocho, la cinta ya había dado otra vuelta completa y se perdió. Curiosamente, intentó tirar de uno de los bucles con la mano libre y se quedó atónita al ver con qué facilidad podía retraer la extremidad como la cuerda de un arco. Al parecer, todavía le quedaba un largo camino por recorrer. Al soltarlo, el brazo volvió a la cinta mientras continuaba girando sin esfuerzo, cada vez más, aparentemente sin fin.

Sin embargo, llegó el final. Tras unos dos minutos más en los que Saki permaneció sentada, atónita ante la imposible flexibilidad de su propio cuerpo, la máquina se detuvo con unos pitidos de preocupación antes de quedar en silencio. Unos caracteres aparecieron en la pantalla.

‟Atasco detectado. Ejercicio detenido. Por favor, despeje el cinturón para continuar.”

Saki salió de su aturdimiento al notar la falta de movimiento en su brazo. ¿Lo había logrado? ¿Era ese su límite? Intentó estirar el hombro hacia atrás, pero por primera vez desde que había descubierto su capacidad, parecía incapaz de crecer más. Por suerte, alcanzar ese límite no pareció dolerle ni forzarle tanto como temía; más bien, el intento de tirón le provocó temblores por la desorbitada longitud del brazo, pequeños temblores que delataban la inmensa tensión que sentía en la extremidad. Sentía como si un rodillo de masaje le hubiera recorrido cada centímetro del brazo, sacudiéndola con una sensibilidad inesperada.

«Ohh… eso sí que parece un límite.»

Era hora de obtener por fin su respuesta. Estiró el cuello para mirar la consola y anotó el tiempo en que la máquina se había detenido.

«4:38… Conviértalo en segundos… y la cinta estaba programada a 0,5 km/h…»

Unos toques en la calculadora de su teléfono le dieron la respuesta. 38 metros… un poco más, en realidad.

«¡Yo… yo podía llegar a mi apartamento desde la calle!»

Saki no estaba muy segura de cómo reaccionar ante esta información. Había ido a la prueba sin expectativas sobre el resultado, pero la magnitud del resultado fue, sin embargo, una revelación impactante. Fue alucinante. Estaba bastante segura de que su brazo extendido a su lado cubría más que el resto de su cuerpo.

«Más de 30 metros. ¡Qué locura! Si mi brazo pudo llegar tan lejos, ¿cuánto puedo estirar el resto?»

De nuevo, realizó algunos cálculos más, tomando la longitud normal y la máxima de su brazo para hallar un factor para su elasticidad. Luego, tomó ese número y lo aplicó a la longitud de su torso y piernas. El total fue de unos 80 metros, un poco más de cuatro veces la longitud del apartamento. Si lograba acercarse al menos a esa distancia, consideraría sus cálculos un éxito, y el factor podría utilizarse para estimar la máxima para cualquier parte del cuerpo.

Saki comenzó a colocarse en posición, planeando mentalmente cómo lo haría. Con el brazo izquierdo, se rodeó con las dos vigas de soporte que sostenían la consola y se colocó con cuidado sobre la extremidad, mirando hacia las puertas que tenía delante, con el brazo alrededor de la cinta de correr a su espalda. Luego, movió las piernas hacia adelante, saliendo de la oficina y entrando en el dormitorio, con el torso serpenteando hacia atrás.

Ahora venía lo difícil. Dejando que sus piernas se desplomaran como una cuerda, intentó deslizarse bajo la cama antes de saltar por encima. No era preciso, pero al menos ahora tenía algún tipo de anclaje para mantenerse lo más tensa posible. Luego, volvió a colocar las piernas, con el torso colgando, y las colocó debajo de ella, sobre las vigas de la cinta. Con la parte superior del torso, la cabeza y los hombros ahora apoyados en una hamaca hecha con su propio torso, no necesitaba enredar el brazo en las vigas, así que lo dejó retraer a su longitud normal. Luego repitió el ciclo, alargándose cada vez más. Pronto, su torso había llegado al límite, su cintura había terminado encima de la cama. Su abdomen comenzó a temblar con la misma inmensa tensión que había sentido en el brazo, provocando una oleada de escalofríos que resonó por todo su cuerpo. Saki frunció los labios. Estaba tan cerca, solo un poco más lejos.

Saki estiró las piernas, siguiendo el mismo recorrido que su torso había recorrido entre las dos habitaciones. Se alargaron cada vez más, y la misma falda que en un momento le llegaba hasta las rodillas ahora parecía sorprendentemente corta en comparación. Saki se estiró rápidamente, disfrutando de la sensación liberadora que le proporcionaba dejarse llevar. Girando una y otra vez, recorrió el apartamento, haciendo su tercera vuelta, luego la cuarta, cada vuelta alrededor de un mueble, haciendo temblar las fibras de su torso.

Dando la cuarta vuelta del apartamento alrededor de las vigas de la cinta, empezó a sentir la tensión de alcanzar otro límite, un suave crujido de goma acompañando el crujido de los muebles causado por sus tensos músculos. Empujó con todas sus fuerzas, pero pronto descubrió que no podía más. Lo había logrado. Aunque no había dado la media vuelta extra que esperaba, sí se dio cuenta de que dar la vuelta a la cama y la cinta había distorsionado ligeramente sus resultados, lo que significaba que, en realidad, había acertado bastante.

Orgullosa de sí misma, hizo un pequeño gesto con el puño.

Ese pequeño movimiento fue suficiente para provocar un pequeño temblor en las increíblemente tensas extremidades de su cuerpo casi completamente estirado. Una pequeña ola de vibraciones recorrió su piel, su torso, sus piernas y el espacio entre ellas.

«Ohhhhhh…»

La inesperada chispa de placer intenso provocó un ligero espasmo en todo el cuerpo de Saki, provocando otro temblor. El calor recorrió sus entrañas, concentrándose en el punto más sensible de su cuerpo. Sus párpados se agitaron. Saki extendió lentamente su brazo izquierdo, enroscándose por los gruesos y apretujados cables que conformaban su torso y piernas como una enredadera trepando por un poste de luz hasta alcanzar la fuente del calor que irradiaba por todo su cuerpo. Podía sentir su brazo, al extenderse, rozar cada centímetro de su cuerpo, la enorme cantidad de información sensorial nublando su mente y nublando su juicio.

Su mano se deslizó hasta la cintura de su falda y la empujó.

«Ja… Ja, ja, ja… ¿Q-qué estoy haciendo? ¿De verdad voy a hacer esto?»
Esto es tan extraño… pero se siente tan bien…

¿Cómo podía excitarse alguien con esto?

Un aroma floral llenó el apartamento.

Saki deslizó suavemente su falda por sus piernas, seguida de sus bragas. Con el extremo de su brazo, que le llegaba hasta el apartamento, comenzó a acariciar la curvatura de su cintura, absorbiendo el calor que irradiaba. Con su brazo flexible, trazó un círculo completo alrededor de su raja con los dedos índice y medio, antes de colocar la mano justo encima de ella. A esa distancia y ángulo, ni siquiera podía ver nada de la acción, pero podía sentirla, igual que una persona puede sentir a alguien que le pone la mano delante de la cara.

Mientras su mano colgaba sobre su sexo, una decisión pendía sobre su cabeza. Podía parar ahora. Sería difícil, con cada nervio de su larguísimo cuerpo ansiando el placer que sin duda llegaría, pero aún podía parar. La decisión era suya: podía parar ahora o podía lidiar con lo que viniera después.

Saki tomó una decisión.

Su brazo se estiró un poquito más, acortando la distancia de un centímetro entre su mano y el espacio entre sus piernas mientras penetraba su interior con sus dos dedos extendidos. Se jugueteó, acariciando suavemente sus paredes internas mientras se acercaba al punto más profundo. Tomando su clítoris delicadamente entre sus dedos, se acarició rítmicamente, sus dedos llevándose ágilmente más profundo que nunca, las paredes cediendo al empuje de su mano.

Absorta en las sensaciones, giró los dedos, doblándose de más maneras de las que sus articulaciones le habrían permitido. Sin rumbo, se deslizó y retorció, hasta que las yemas de sus dedos volvieron a encontrarse en un solo punto: de nuevo en su clítoris. Sus dedos se estiraron aún más, empujando el pequeño bulto desde ambos lados hasta que quedó delgado como el papel. Estaba inundada. Había tanto que sentir tanto dentro como a lo largo de su cuerpo enormemente alargado, que era difícil asimilarlo todo. Los temblores de sus pequeños movimientos espasmódicos recorrieron todo su cuerpo una y otra vez. La cama crujió cuando los tensos resortes se contrajeron, alejándola ligeramente de la pared contra la que estaba apoyada.

Se acercaba a un nuevo límite; no de longitud, sino de placer. Con la fina capa de nervios entre los dedos, los rodó, excitándose mientras su cuerpo se tensaba al máximo bajo sensaciones nunca antes experimentadas. Con un último espasmo, sus dedos se retrajeron, llevándose consigo la franja de su clítoris. Casi abandonó los confines de las paredes que nunca antes había abandonado, pero sus dedos, resbaladizos con su propio néctar, finalmente se soltaron. El pequeño órgano regresó a su interior.

El instante de la liberación fue bastante tranquilo, considerando todo. La calidez de un líquido ligero goteó sobre su mano, pero más allá de eso, la sensación fue extrañamente decepcionante. Sin embargo, en lo profundo de la vertiginosa longitud de su cuerpo, las vibrantes contracciones de sus músculos pélvicos crearon una corriente ardiente de sensaciones placenteras que comenzó a extenderse como una ola por las decenas de metros de su sistema nervioso. Como chispas en una estela de pólvora negra, las señales zigzagueaban por su apartamento a una velocidad vertiginosa. Pasó un segundo y la señal llegó a su cerebro.

Todo su cuerpo se tensó, las vibraciones de su cuerpo tenso le provocaban escalofríos placenteros que resonaban por todo su cuerpo, rebotando por las tres habitaciones que llenaba. Los dos muebles entre los que estaba atada se acercaron aún más al contraerse. Su rostro tenso se relajó, dejando escapar un suave gemido que se transformó en un suspiro de felicidad. Respiró hondo, disfrutando del resplandor crepuscular.

¡Whoa!

Whoa…

...whoa…

La habitación quedó en silencio mientras ella se daba cuenta de lo que acababa de hacer. Su respiración se estabilizó y se estabilizó.

El brillo se desvaneció, el zumbido sensual se apagó mientras recobraba el sentido. Su mente había entrado en una claridad posorgásmica, pero al reflexionar sobre lo que acababa de hacer, los pensamientos que le daban vueltas se volvieron cada vez más confusos. Sintió un vacío en el estómago, en algún lugar de una de las otras habitaciones.

«Acabo de adquirir estas increíbles habilidades, y ni siquiera un día después, hice... eso.»

Se sentía fatal, como si se hubiera traicionado a sí misma de alguna manera.

No era que nunca lo hubiera hecho. Claro que no. Era humana, y tenía sus propios momentos de debilidad de vez en cuando, normalmente seguidos de una noche de arrepentimiento, televisión y helado.

Lo que sentía ahora, sin embargo, iba más allá de esos pequeños lapsus que sufría. En el fondo, sabía que no solo se había dejado llevar por una sensación placentera: su propia elasticidad la había excitado.

Saki siempre había sentido una profunda desconexión con las cosas que la atraían. ¿Esa carpeta secreta de doujinshi que había guardado en una memoria USB? La había creado otra persona; alguien a quien no conocía y que probablemente nunca conocería. Podría ignorarla a cualquier hora del día y no tendría ningún impacto en su vida, salvo esos escasos momentos cada pocas semanas. Pero simplemente se había sentido excitada por sus propias habilidades, su propio cuerpo. Tenía que vivir con ellas. ¿Cómo podría aspirar a una verdadera aceptación de sus habilidades cuando la idea de hacer... eso... aún rondaba su mente?

No tenía respuesta para esa pregunta.

El apartamento estaba en silencio, sin ningún sonido, solo el tictac de un reloj que llenaba las tres habitaciones.

Estaba hecha un desastre, tanto mental como físicamente, con el cuerpo estirado hasta extremos absurdos, la mitad de la ropa desprendida y la mano goteando...

«Espera... Ya no lo siento.»

Se retiró rápidamente la falda para cubrirse. Saki retiró la mano de su entrepierna, la recorrió por la sala y la volvió a colocar frente a ella antes de examinarla. No quedaba ni una gota de líquido.

«Ya seca... igual que cuando...»

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un pitido repentino. Estiró el cuello hacia la consola de la cinta de correr.

--Desbloqueo despejado. Reanudando el ejercicio.--

Con un leve zumbido, la cinta empezó a girar, y con ella, su brazo empezó a extenderse aún más. Mirando hacia delante, sintió cómo la tensión se disipaba en su cuerpo a medida que su cuerpo, que se extendía por todo el apartamento, se encogía ligeramente. Se estaba alargando aún más; el límite que tanto había intentado encontrar se estaba rompiendo.

«¿QUÉ? ¿CÓMO?»

La cinta funcionó durante poco más de un minuto y diez segundos antes de atascarse de nuevo y detenerse bruscamente. Hizo los cálculos. Su brazo acababa de crecer unos diez metros más, y por lo que parecía, el resto de su cuerpo, que se extendía por la habitación, se había alargado proporcionalmente.

«Hay aún más en mis habilidades... y de alguna manera ESO está relacionado.»

Saki se echó a reír, asimilando la incredulidad.

Quizás se apresuró a juzgarse a sí misma. Esto era nuevo para ella, como lo sería para cualquiera. Estaba segura de que no sería la última vez que su nueva elasticidad provocara algún tipo de resultado imprevisto; Y además...

...se había sentido increíble...

Saki empezó a pensar en cómo desenvolverse en su puesto actual, sintiendo que probablemente debería esperar más estiramientos. Eran poco más de las 3 de la tarde, pero pensó que después de una semana ajetreada y un día aún más frenético, debería retomar el ritmo y tomárselo con calma: tareas, clases, simplemente ver la tele; podría hacer más pruebas en otro momento.

Un zumbido salió de su bolsillo. Con la mano libre, sacó el móvil del bolsillo de la blusa antes de encenderlo para ver qué pasaba. Ah, cierto. Es viernes.

Había recibido una notificación del grupo de mensajería del que formaban parte la mayoría de los empleados de Hanabira, y el remitente de este mensaje en particular era alguien bastante conocido.

[IK: El turno terminará pronto. ¿Quién más va a Torikizoku a las 17:30 otra vez? Estaría bien hacer un recuento para poder reservar una mesa grande si es necesario.]

Recibieron algunos mensajes más en respuesta.

[SM: Sí, me apunto, nos vemos allí.]
[EA: Puedo, pero necesito tomar el último tren de vuelta.]
[YN: Esta semana no, pero seguro que el próximo viernes.]
[YS: Estaré allí, pero probablemente llegue tarde. Mokuzai acaba de enviar una solicitud de laboratorio de última hora para empezar la producción de más LC-99. No sé de qué se trata...]

Esto era bastante normal para un viernes por la noche. Izumi era una socialité excepcional, y sus salidas semanales a los lugares de moda de la ciudad la habían convertido en una buena persona con casi todos los empleados de Hanabira. Sin embargo, Saki nunca asistía a estas salidas; una semana de trabajo solía ser más que suficiente para ella, y solía aprovechar el fin de semana para desconectar y recargar energías.

Pero ahora... quizás pueda cambiar eso.

No estaba segura de qué había cambiado su perspectiva de las últimas horas de forma tan drástica. ¿Serían sus habilidades? ¿La paja? ¿Ese extraño impulso?

Fuera lo que fuese, vio este momento como una oportunidad. Tecleó en la pantalla táctil y, con decisión, pulsó enviar.

[ST: ¡Voy! (^▽^)]

Pasaron unos segundos. Ninguna respuesta.

«Oh, Dios, ¿acaso la carita feliz se estaba pasando de la raya? Parecía demasiado entusiasta. ¿Debería haber esperado más antes de enviar? Probablemente parecía una idiota. No hay forma de que quieran que vaya. Izumi se enojará. La arruiné...»

Llegaron algunos mensajes más.

[EA: ¿De quién es ese número? No lo tengo en mi lista de contactos.]
[SM: Oye, Saki. ¿Desde cuándo estás en este grupo?]
[YN: ¿En serio? Nunca pensé que fueras de las que bebían.]

«Fue una mala idea.»

Saki apagó el teléfono, pensando ya en retractarse de su confirmación. Con un suspiro, volvió a abrir el mensaje instantáneo e intentó encontrar la mejor manera de salir de la situación.

[ST: Espera, olvidé que tengo que madrugar mañana. Probablemente no debería ir.]

El mensaje que escribió se quedó colgado en la barra de texto, con el pulgar sobre el botón de enviar.

«Quizás la próxima vez…»

Otro zumbido salió de su teléfono.

[IK: ¡Claro que sí! ¡Siempre eres bienvenida a pasar el rato! ¡Qué ganas!]

Saki sonrió cálidamente; el mensaje de Izumi la había calmado un poco.

Iba a intentarlo. Repasando su última frase, envió un nuevo mensaje.

[ST: ¡Hasta pronto!]

Apagando el teléfono, Saki pensó en levantarse y cambiarse la ropa de trabajo antes de recordar en qué posición estaba.

«...Hmm... Creo que me va a llevar un rato desenredarme.»

{📺📼💿«❉||• •||❉»💿📼📺}

La neta, la neta, no recordaba que tuviera una parte tan explicita este capítulo. Y no me sorprendería que la página me quite el capítulo por esto o ponga el blog +18 por esto. Ya veremos qué sucede.

Aparte, creo que ya hemos descubierto qué siente una chica elástica en este tipo de situaciones, y siendo sincera, creo que también haría lo mismo que Saki si tuviera sus poderes ⁓w⁓

miércoles, 26 de marzo de 2025

25/03/2025 - Un curioso paseo por las calles

Creo que era necesario volver a escribir una de mis andanzas por el cine, y la verdad es que sí pasaron un par de cosas que merecían la pena contar. La última vez que hice esto fue en 2023 con la película de Transformers: Rise of the beasts.

Desde que comenzó marzo mi hermana ya tenía planeado ir al cine a ver la película que fuimos a ver ayer, ya saben, cosas que uno piensa cuando sale una película prometedora. A mitad del mes ella y mi hermano sugirieron que yo fuera también para que la viera, lo cual sin pensarlo mucho acepté ya que también me interesaba pese a no ser tan fan de Vocaloid.

Fueron bastantes cosas las que sucedieron ayer que a decir verdad fueron mejores que las veces anteriores que salimos, el paseo que tomamos con el objetivo de ir por todos lados me gustó más por las muchas cosas que vi en el camino, pero ya llegaremos a eso. Vamos al tema de una vez.

{🌺🍀🔷❉ ╤╤╤╤ ✿ ╤╤╤╤ ❉🔷🍀🌺}
Omitiendo lo del costo de viaje que no fue tanto, y que durante todo este tiempo han puesto música que pondría un día cualquiera la radio, han pasado diversas situaciones en todo el día que hacen de esta cita una diferente en esta pequeña parte.

Para empezar, hubo un pequeño problema con el GPS que nos hizo enredos un par de veces, pero fue poco lo que duró el problema.

En medio del paseo, nos topamos con una tienda donde vendían artículos tan llamativos como lo son peluches, maquillaje, tazas, juguetes, y demás variedades. Las únicas cosas que compramos ahí fueron un perfume para mi hermana y unas galletitas de matcha para probar su curioso sabor; y sí, su sabor estuvo bueno, aceptable. Si me lo preguntan a mí, hubo una que otra cosa que me llamó la atención pero que no pude comprar por el elevado precio, quizás otro día lo haga.
Mientras más caminábamos, pensábamos en qué íbamos a hacer hasta que sea el momento de ir al cine, lo cuál no fue tan fácil. Estuvimos caminando por varios lugares para pasar el día, y debo reconocer que esté paseo fue divertido por los muchos edificios que vimos y las cosas que contábamos. Lo siguiente que planeábamos hacer era ir por un vino especial que mis hermanos estaban buscando, no sin antes ir a comer algo para no andar con hambre. Nos aventamos medio pollo para reponer las energías, no fue suficiente para los tres, hubiéramos pedido algo mejor.

Al terminar el almuerzo fuimos a otro lugar donde conseguir el vino, puesto que el primer sitio que planeábamos ir estaba cerrado y nos mintió después cuando vimos que ya estaba abierto. Por donde fuimos era un puesto bastante llamativo ya que habían secciones para los licores y otro para cierto productos como carnes y especias. Seamos realistas, una parrillada sabrá excelente si se acompañada con alguna bebida alcohólica; pero eso sí, todo con medida.

Después de eso nos pusimos a pensar en donde iríamos ahora, uno ya tenía sus planes y la otra los suyos, y al final decimos ir por la idea de mi hermana. El plan era llegar a Monte Albán y pasar un rato ahí. Durante el camino hemos estado hablando de varias cosas, entre ellos una anécdota turbia que tuvo mi hermano en la primaria que es difícil de explicar. Pero aún con todo esto fue divertido estar hablando de una que otra cosa para animarnos.
Créanme que este paseo fue más agotador de lo que pensaba, ya que estuvimos caminando por una hora completa hacia Monte Albán, y para colmo no logramos llegar y nos quedamos a medio camino hasta que decidimos regresar. Por suerte durante el camino he tenido unas bonitas visitas a varios hoteles que estaban cerca de ahí. Debía haber tomado fotos de esos momentos para que vieran lo bonito que se veía en esa subida.

Al haber bajado pensaba que volveríamos por donde vinimos, pero decidimos ir por otra calle para ver qué encontramos. Siendo honesta, haber pasado por esas calles se sintió lindo por la atmósfera relajante y solitaria que estuvo presente en todo el recorrido. En cierta parte hubo algo que nos detuvo, vimos que en un lugar apartado habían unos gatos, no dudamos en acercarnos para acariciarlos pero no se dejaban.
Lo olvidaba, en los muchos lugares que vimos han habido cosas interesantes a los cuales tomé fotos. Momentos tales como las decoraciones hechas con papel picado que habían por algunos lados o la presencia de árboles sakura en otras partes, y aquel momento con los gatos y la calle fueron una de ellas. Llegamos a la iglesia de la primera foto luego de eso.

Después, hemos pensado en qué haríamos ahora que nos faltaba una hora para la película, decidimos dar un pequeño paseo en un centro comercial hasta que fuera la hora señalada. Fue poco el tiempo que pasamos, pero pude encontrar cosas como libros para colorear de Jurassic World, mangas como por ejemplo el de Spy x Family o Lycoris Recoil, juguetes tales como figuras de Halo o Transformers, y colchones que me llamaron la atención y que mi hermano y yo tomamos a consideración, espero y podamos conseguir alguna de esas cosas.

Casi llegamos tarde, pero pudimos conseguir las entradas para la función (que por cierto estuvieron más caros de lo que esperaba) y disfrutar de una película de Miku. Estábamos listos para lo que vendría menos en el apagón que pasó. Apenas empezó la película y se fue la luz, y estuvimos un rato esperando a que se solucionara el problema, total, que la película empezó otra vez sin algún inconveniente.
Cuando se fue la luz
Después de la película
Ya me habían contado que al final habría un concierto de Miku y compañía, pero solo fue una canción que escuché y que da tema a la película. De todos modos fue una buena película, y de la cual pronto tendrá su reseña.

Al final del día hablamos sobre lo que nos pareció la película, compramos unas cosas, me quedé viendo unos acuarios por un rato, probé unos postres que fueron el mismo cielo, y regresamos a casa. Sinceramente fue un bonito día que mis hermanos me invitaron, y fue una buena decisión aceptar ir con ellos.

Bien, eso ha sido todo lo que experimenté el día de ayer. La verdad es que no pensaba escribir esto pensando que sería poco relevante lo que pasaría, pero al final me decanté por escribir todo esto para que sepan qué estuve haciendo. De hecho fue por esta misma razón que no escribí la otra vez que fui al cine a ver Transformers One, no hubo algo que valiera la pena contar más allá de la reseña a la película.

Ahora que volví a casa anoche, he tenido bastantes ideas relacionadas a Vocaloid para meterlas al blog, sabiendo que tengo tres artículos pendientes (sin contar la reseña), creo que debería aprovechar bien esto de alguna manera. De hecho, creo que ya ser qué idea debo plasmar un día con estos personajes basándome en algo que leí hace tiempo, y lo pienso publicar en un día especial.

{🌺🍀🔷«❉||• •||❉»🔷🍀🌺}

Eso ha sido todo, el recuerdo de un lindo día que tuve con mis hermanos luego de haber salido a pasear y ver esta película protagonizada por Miku.

Ahora que lo pienso, debería estar más al tanto con esto de escribir mis experiencias fuera de casa en lugares tan lejanos que valen la pena pasar unos días ahí. Si llega a pasar de forma más seguida esto muy posiblemente termine haciendo más artículos de este tipo, solo el tiempo lo dirá.

En fin fue artículo corto que espero y les haya gustado. Hay más fotos que tomé ayer, y si quieren verlas no duden en pasar por mi Instagram para verlas. Que pasen un buen día, mi gente.

Recuerden que pueden comentar y dar su opinión de este articulo para continuar con cosas interesantes como esta, también puedes compartir tus ideas en los comentarios, cualquier sugerencia será aceptada de mi parte.

Si quieres mandar tu idea al blog puedes hacerlo en mis redes sociales para darle una revisada y confirmar su aceptación, se dará el crédito al autor.

De antemano les agradezco por sus vistas en el Blog.

viernes, 21 de marzo de 2025

La explosiva curvatura y sencillez de TNTina 🧨🧨

Entre la gran mayoría de waifus que ha mostrado Fortnite, he notado que suelen hacer esos diseños tan llamativos de una manera que también antojen a gente como yo y mis amigos. Este caso es muy parecido al de Overwatch o la franquicia de Drama Total, ambas saben hacer diseños de personajes femeninos muy antojables por alguna razón.

¿Por qué estoy diciendo esto? porque hace unos meses escribí otro artículo al fijarme en otra waifu dentro de este juego al haber salido un capítulo pasado. Y como el titulo lo dice, me estoy refiriendo a TNTina.

A medida que paso más tiempo en el fandom de Fortnite voy descubriendo waifus cada vez más llamativas, y esta chica dinamita es el ejemplo más reciente de toda esta colección que tengo.
Bendito sea las miniaturas clickbait
TNTina es una Indumentaria de rareza Épico que se puede obtener en el nivel 40 del pase de batalla del Capítulo 2: Temporada 2. Ella era una jefa en The Rig, y tenía su propia arma mítica llamada Boom Bow y Rig Keycard.

Diseñada como una especialista en explosivos, TNTina es uno de los primeros personajes en tener un gesto incorporado específico llamado ‟¡Boom!” para transformarse en su forma de personalidad caricaturesca y sombreada con gráficos de un cómic. TNTina tiene cuatro estilos adicionales que se pueden desbloquear: Espectro, Sombra, Agente Dorado y Dynamo. Los estilos Fantasma y Sombra se desbloquean a través de la Prueba de TNTina, pero una vez que se obtiene uno de los dos estilos, el otro estilo no está disponible permanentemente para recolectar. El estilo dorado se podía obtener cuando el jugador llegaba a nivel 220 del pase de batalla.

Según algunos jugadores, se le considera la contraparte femenina de Splode.

Las calcomanías de la camisa de TNTina se utilizan en el rifle francotirador Boom.

Dynamo TNTina es igual un atuendo Épico, que podría haberse obtenido como recompensa de atuendo adicional de las misiones de Dynamo TNTina como parte del pase de batalla del capítulo 2 Remix. Dynamo TNTina es parte del conjunto KABOOM!

Antes del Capítulo 2 Remix, muchos jugadores pensaban que Dynamo TNTina era una fusión de TNTina y Ocean. Se desató un debate en la comunidad sobre si TNTina era o no una fusión con Ocean o Sorana.

Vale, ya he hablado sobre la skin en general, ya puedo sobre lo que es ella en headcanon y lo que pienso yo del personaje.

En primer lugar, TNTina es toda una mujer, demasiada perfección sin cometer error alguno en esta skin y en todas sus otras versiones.

Que le hayan dado una apariencia casi tomboy es un punto positivo, gran figura y personalidad curiosa hacen que le de un lugar entre mis waifus del juego. Algunas tienen sus respectivas formas de presumir lo que las hacen atractivas, el caso de la dinamita es uno que ha tenido ella y otros personajes, y es el juntar varios puntos atractivos y presumirlos con el diseño de una o varias skins diferentes.

Hay demasiados puntos para poder empezar con las cosas buenas que tiene TNTina, y de todas esas cosas buenas, habrá que empezar con el rostro. ¿Por qué primero por esta parte? fácil, una tomboy con una mirada así de ardiente y seductora hace que nosotros la podamos considerar como una waifu nuestra, de hecho así es como podemos identificar a una tomboy pelicorta, que son abundantes en la ficción.

Alguien como lo es ella tiene demasiadas posibilidades de ser alguien tan querida y reconocida por lo que es, tal como lo ha hecho en el juego y su fandom. Hay que admitir que TNTina tiene una de las mejores figuras dentro de las muchas chicas que hay en Fortnite, con una apariencia tan ardiente y una mirada tan llamativa para una señorita de su clase.

Además de ese rostro tan flameante, otra que también caracteriza a TNTina es su excelente parte trasera. La mayoría de las waifus del juego son conocidas por este punto tan conocido, así que ella sería una de tantas.

Si bien no está tan marcado como otras que he mencionado, tiene el plus de llevar unos shorts que hacen el trabajo de hacer la vista tan llamativa. A juzgar por cómo va vestida, estoy segura de que es una prenda algo ajustada, tanto en la skin original como en la variante Dynamo, estoy segura que es así.

Si algo aprendí de la ropa ajustada es que mientras más apretada esté la prenda más se resaltarán esos glúteos, fácil de explicar. Si este fuera el caso, ya hay una razón sobre por qué me agrada TNTina, de la misma manera que pasó con Raven.
En su variante más reciente es notable eso, mientras que en su skin original también tiene sus toques buenos. Como se ve en la imagen de la portada, los leggins ajustados son también algo que le ha dado ventaja a TNTina en su primera versión si se trata de presumir su curvatura, y honestamente ese accesorio para guardar granadas es un buen añadido para su característica distintiva como personaje.

No voy a mentir, es una de las mejores cosas que tiene las waifus del Fortnite. Cada una tiene su manera de presumir sus curvas, y TNTina lo hace de una forma explosiva, atrayendo a más de uno con esa curvatura tan atractiva que cautiva desde lejos.

Para ser una chica tomboy con un buen gusto por los explosivos, hace un buen trabajo al usar una vestimenta tan llamativa y que encaja con lo que ella es, me gusta bastante ese curioso añadido.

Aunque tiene su lado bueno por atrás, tampoco se puede dejar de lado la parte delantera donde es más visible sus puntos buenos en el diseño de ambas versiones.

Son muchas las skins donde tiene esta buena particularidad, que en su vestimenta tengan el detalle de mostrar el abdomen de una u otra manera. En general, la gran mayoría de las chicas en los videojuegos pueden tener este curioso añadido en sus diseños y salir bastante bien, tal como sucede en las waifus de Fortnite, y TNTina es uno de los muchos ejemplos en el juego.

Tal como lo dijo alguien más en el fandom, amo las skins que tienen ombliguera, dejan ver sus caderotas.

Si bien no está la altura de otras waifus caderonas como lo son Penny, Linx, Ruby, o la misma Raven Team Leader, ella tiene su lugar como una buena skin que tiene sus encantos con una vistosa paleta de colores que simboliza los explosivos.

En conclusión, el diseño que le han dado a TNTina es uno muy bueno en el gran repertorio de personajes del juego. Una excelente decisión tomaron con hacer de ella en una tomboy amante de los explosivos y que le gusta ver todo arder.

¿Como no podía ser de otro modo? es momento de hablar del headcanon que tengo para esta belleza explosiva

‟Escuché que necesitabas una pirotécnica para un atraco... ¡Viniste a la chica correcta!”

Muchos han hablado de diversas personas que son capaces de hacer gran cantidad de trabajos de alto riesgo. Sin embargo, cuando hay problemas para tirar un muro o alguna estructura grande pueden contar con la ayuda de TNTina.

Llamada así por sus amigos, ella es una especialista en toda clase de trabajos donde se requiera explosivos, considerando su pequeño puesto de materiales como una segunda casa. Por lo general se la ve trabajando sola, aunque hay veces en las que coopera con otro tipo de trabajadores si es necesario.

La tierra de origen de TNTina es conocida por muchos por ser un sitio con gran cantidad de materiales para la construcción, aún siendo una zona donde casi no hay vegetación. Mucha gente ha venido a esta zona por sus respectivos materiales, de esta forma conocieron a TNTina, quien era la encargada de organizar los grupos de demolición. Tras un tiempo, decidió dejar su trabajo para hacer el suyo propio buscando un lugar más tranquilo, con más gente y donde pueda experimentar con sus cosas más libremente, y donde no haga demasiado calor.

Los primeros días en su nueva residencia no fueron tan fáciles. Había encontrado un sitio lleno de rocas donde podría probar sus explosivos, pero hacerlo alborotaba a los lugareños, más de una vez tuvo un altercado con la gente por hacer esto hasta que ellos ya comprendieron que sólo era ella probando explosivos.

TNTina era conocida por la gente del pueblo además de su gusto por las explosiones por ser una cuidadora del ambiente, ya que muchas veces observaron que poco antes de probar sus cosas revisa el área en busca de animales para sacarlos, para ella la seguridad es primero.

Con el tiempo se volvió alguien recurrente en los muchos trabajos del pueblo, a pesar de que poca gente recurre a su negocio. De las veces que ha estado trabajando para ellos, ha demostrado que ser una especialista en estos trabajos es parte de su vida, un pasatiempo. Tal vez gana demasiado con su trabajo, pero no se siente tan orgullosa por ello, debido a esto ha compartido su dinero con algunos amigos suyos, en más de una ocasión ha compartido con Machinist todo lo que recaudó para poder expandir sus negocios.

A esta señorita no le importa demasiado quienes van a su puesto, ella trabajará con tal de mantenerse firme en su nuevo lugar, dándole igual quien acuda a su puesto.
Haber atendido a cualquier persona la ha metido en algunos problemas, en su mayoría por haber atendido a grupos criminales y similares, lo que la llevaron a ser observada por algunas personas varias veces.

Poco después de haber decidido quedarse, mucha gente ha querido hacer negocios con ella en un intento de meterla en algún grupo de contrabando para sus propios beneficios, lo cual TNTina ha estado negando por tanto tiempo. Sin embargo, a pesar de las quejas que ha dado con ellos, acepta a regañadientes el dinero que le dan para fabricar lo que necesitan, diciendo también que no se hará responsable de lo que pueda llegar a pasar después. En pocas palabras la sobornan para que le den sus explosivos en buen estado.

Esas palabras que dice a los criminales no podían ser más ciertas. En primera, porque muchos de los explosivos que hace para ellos o están defectuosos o de plano no generan tanto daño como ellos lo deseaban. Los engaños que termina haciendo han generado más de un problema en el pueblo también, aunque en este punto no tiene mucho de que preocuparse, cuenta con unos amigos que se encargan de eso, pero si ha tenido que disculparse con la gente por lo que provoca con sus engaños.

De todas formas, con o sin esos problemas que genera es alguien que es querida por el pueblo, no al nivel de otras conocidas por lo que llegan a hacer, pero sí a la altura de los buenos trabajadores del pueblo con el negocio que tiene y tienen que recurrir a ella para varios trabajos complicados.

Su negocio en demoliciones y explosivos para usos industriales ha sido de los más visitados y de los más rentables, esto último debido a lo mucho que ha ganado las pocas veces que ha atendido a las personas y a trabajado para tirar algún muro o edificio.

No obstante, un día, las cosas para TNTina cambiarían totalmente.

Una noche, mientras ordenaba sus cosas escuchó un par de ruidos fuera de su casa. En un inició no prestó tanta atención creyendo que sólo era un animal y ya, pero al volver a oírlos de una manera diferente decidió ir a ver. Se trataba de un grupo de contrabandistas que ya había conocido antes y que se había reusado en atenderlos. Ellos habían robado una cantidad pequeña pero generosa de sus materiales para crear sus propios explosivos.

Lo que tenía en mente era enfrentarse a ellos para que le regresaran sus cosas, y para eso volvió a su casa a traer algunas cosas, sin saber que terminaría en algo más complicado de lo que esperaba. Al volver donde estaban los contrabandistas vio que estaban huyendo en unas camionetas, y sin pensarlo demasiado se metió en una de ellas para seguir el rastro y saber qué era lo que tramaban.

Por la mañana, al haber llegado al destino de ellos se dio cuenta del para qué querían sus materiales. Esos contrabandistas habían utilizado sus explosivos para hacer un campo minado en su escondite, que era uno bajo tierra. Todos los puestos que estaban afuera eran para despistar a las personas que pasaban por ahí, la típica técnica de esconder la base bajo un edificio simple.

A la dinamita no le impresionaba esto, prestaba más atención al hecho de que hayan utilizado sus cosas sin su consentimiento, pudieron haber negociado con ella de otra manera en lugar de llevarse sus cosas así por así. No iba a quedarse de brazos cruzados, tenía que hacer algo para recuperar lo que era suyo de alguna manera, y sabía bien lo que debía hacer. Una noche estuvo haciendo lo posible por dejar el campo despejado, colocando las minas dentro del escondite, lo complicado fue evitar ser visto, no querían que las personas del exterior se enteraran que había un grupo contrabandista escondido metros bajo tierra, pero todo esto sería expuesto.

Al día siguiente, cuando ellos descubrieron que el campo minado había desaparecido, explotó todo. Había hecho una trampa para que ellos salieran y dejaran la base desprotegida, y cuando lo hicieron, todo pasó tan rápido para ellos con las explosiones.

Cuando todo pasó se dieron cuenta de que la persona a la que le robaron sus cosas estaba aquí. Inmediatamente fueron a buscarla sabiendo que ahora se ha vuelto una amenaza para ellos. Sin saberlo, TNTina ya se había ido de ahí de regreso a su pueblo, con la idea de avisar a la gente de un posible peligro inminente de ellos, y no estaba equivocada en sus palabras.
Los contrabandistas fueron a recuperar lo que estaba intacto y partieron al pueblo de la dinamita a buscarla y hacer cuentas con ella. Simultáneamente, TNTina y los pueblerinos se encontraban haciendo las defensas para hacerle frente a ellos. Al principio estaban reacios con la idea creyendo que era otro problema que provocó ella, pero luego de oír la verdad decidieron ayudarla sabiendo que este problema era diferente a los otros.

Cuando todo estaba listo, se mantuvieron en sus lugares esperando a los contrabandistas para atacar, aunque las cosas para TNTina eran diferentes. Estuvo hablando con unos amigos suyos sobre la situación, diciendo que cuando termine todo esto a lo mejor decide buscar un mejor lugar para vivir lejos de estos problemas. Sus amigos trataron de comprender la situación diciendo que si era lo mejor para ella pues está bien pero había que pensarlo mejor si eso era lo que quería, algo que tomó a consideración la dinamita.

Cuando los contrabandistas llegaron comenzaron con el ataque sorpresa. Para eso colocaron trampas en los edificios para distraerlos, entraban y veían que no había nadie; y si eso ya era raro para ellos, lo era más cuando se dan cuenta que hay objetos extraños en algunos lugares; a esto se suma que realizaron señuelos en otros lados para atraerlos a unos laberintos bajo tierra, la trampa ideal en palabras de ellos.

Cuando ellos entraron a esos laberintos se hizo una especie de juego, mientras los contrabandistas buscaban a esas personas para quitárselos de encima, ellos los atrapaban usando trampas o directamente atacándoles. Una cosa tenían en claro, todos tenían que estar vivos de este encuentro.

Conforme avanzaba en el laberinto cada uno era atrapado por TNTina y las personas del pueblo hasta solo quedar uno, quien de pura suerte logró salir de ahí. Al enterarse que todos sus compañeros fueron capturados se dispuso a sacar la artillería pesada. Todo el pueblo estaba bajo un ataque de explosivos, aunque eso no impidió que la dinamita atacara de la misma manera a ellos. Hubieron explosiones por ahí y allá, reventaron todo hasta no quedar nada, pero eso no iba a acabar ahí, el líder contrabandista ya había tendido un ataque sorpresa en la dinamita clavándola a una pared con una flechas pero sin herirla, eso lo haría personalmente, o bueno, eso planeaba hacer.

El resto de los pueblerinos vinieron para ayudar a pesar de que otra vez provocó un daño grave al pueblo, pero el punto era que estaban por ganar esta pelea y lo hicieron al someter al líder. Con él estando ya encarcelado, el resto de los contrabandistas fueron obligados a arreglar todos los daños que hicieron durante su ataque, y también la dinamita estuvo metida en esto, así que ella también tuvo que reparar los daños.

Una vez que todo acabó, TNTina volvió a su casa, pensando en todo lo que acaba de pasar, sentía que en parte todo fue su culpa debido a sus costumbres, aunque también sabía que la gente la perdonó por todo esto. Estuvo hablando con sus amigos acerca de esto tratando de llegar a una respuesta clara, aunque bueno, no quería irse de este lugar que tanto conocía.

Al final supo que era lo mejor para ella y su pueblo, decidió volver a mismo lugar donde estaban los contrabandistas cuando le robaron sus cosas. Había hecho lo suyo ese día, pero sentía la curiosidad de saber que pasó en todo este tiempo, después de todo cuando regresara se lo informaría a todos.

Como ya deben saber, no pienso contar la historia completa, la estoy dejando para otro momento. Así que mejor pasemos a la siguiente parte de lo que la identifica de las otras.

Fuera de su trabajo, y de todas las cosas que ha provocado y que la han vuelto conocida, TNTina es conocida por ser una chica algo social con el resto de personas. Tanto en su lugar de origen como en el actual ha sido así, consiguiendo varios lazos con otros negocios más pequeños, aunque actualmente no lo ha hecho tan seguido por los problemas que genera de vez en cuando.

No siempre puede llegar a socializar con otras personas, y no porque pase por problemas o trabajos acumulados exactamente, es más por una ligera competencia que tiene con otras personas que son igual de conocidas que ella. Este punto es algo que poco le importa a la dinamita, no se considera del todo una belleza dentro de sus estándares ni en la de sus amigas cercanas.

Pero a pesar de lo que piensa ella de si misma, hubo veces en las que algunos chicos han tratado de simpatizar con ella, llegando al borde de ligarla. Fueron pocos los que lo intentaron por el riesgo que conllevaba ser amigo de alguien que sabe usar explosivos, aunque todos salieron bien en el intento. Algo que sí podrán recordar bien es que cada que terminaban de salir con ella recibieron como recuerdo un petardo; mejor regalo no pudieron recibir.

De todos estos casos, probablemente el más conocido sea el de Archetype, un chico especializado en el manejo de cámaras y en la informática, lo que desearían muchos chicos a una edad determinada.
El caso está en que Archetype ha conseguido ser un amigo cercano de la dinamita al estar por un tiempo considerable trabajando para ella. Al principio no estaba del todo convencido en ser un pequeño ayudante para ella, pero ya después de saber todos los problemas que ha tenido decidió aceptar el trabajo. Lo primero que hizo para mantener el negocio de TNTina fue poner unas cámaras de seguridad en los puntos más importantes de su negocio, y también en su cuarto porque había oído que ella también se dedica a crear objetos arrojadizos cuyo interior tienen gases nocivos, pero será necesario comprobar si lo que dijeron era verdad. Todo esto lo hizo poco después del ataque que hicieron los contrabandistas al pueblo.

Tiempo después de haber conseguido el trabajo, pasó gran parte de su tiempo monitoreando las cámaras, sin alguna cosa rara que haya pasado. Cuando no tiene que estar revisando pasa el tiempo centrado en otras cosas al lado de ella, cosas tales como ordenar los estantes o revisar que los explosivos estén en buen estado. Es poco lo que gana con estos trabajos, pero a él poco le importa lo que gane, le importa más saber que hay en este pequeño negocio de venta explosiva.

Durante todo este tiempo ha escuchando muchas cosas interesantes sobre TNTina, lo que lo hizo pensar en que fue suerte haber trabajado para ella.

La dinamita al enterarse de que su compañero ha estado trabajando más seguido decidió darle su aumento, igualmente porque le ha caído bien desde que lo conoció. A medida que iban interactuando y se conocían más pasaron de ser compañeros de trabajo a buenos amigos, un logro para la gente que interactuó con la chica explosiva.

Antes de que sucediera el ataque al pueblo Archetype no confiaba del todo en la dinamita, creyendo que estaría expuesto a cualquier peligro viviendo con ella, lo cual en gran parte era verdad, pero sabiendo que TNTina es capaz de proteger sus cosas ante estas situaciones no debería de preocuparse demasiado, después de todo no estaría en la casa si llegara a explotar por un ataque. Luego de que sucediera el ataque, él tomó más a consideración el cuidar de la dinamita y sus explosivos en caso de que vuelva a ocurrir algo similar, para eso puso las cámaras en primer lugar.

A pesar de esto, TNTina sigue siendo alguien poco social con otras personas, limitándose nada más con la gente que conoce y a su familia. Pero de todos modos sabe muy bien como llevar las cosas bien al conocer a alguien nuevo aunque sea con algo de sarcasmo.


Y hablando de su familia, ella ha ido a casa de sus padres a pasar un pequeño tiempo con ellos, aunque le ha costado un poco hablar sobre los problemas que ha estado teniendo últimamente. Y si bien para ella es difícil explicar todo lo que pasa en su pueblo, ellos comprenden que pasa por momentos difíciles a veces, por lo que no les extrañaría que un día les avise que se irá a vivir con ellos o en su otro pueblo.

Después de hacer estas visitas pasa el resto del día haciendo cualquier cosa, por lo general suele volver a su casa o a su trabajo para monitorear sus cosas con ayuda de su compañero, en otras suele quedarse en la calle buscando algo con qué pasar el día sola o con sus amigos.

Relacionándose con ellos es un tema, es decir que hay mucho que decir de cada uno, y el mejor ejemplo está en Machinist quien ha estado colaborando de vez en cuando con la dinamita en su trabajo.

Según sus palabras, ella es una buena compañera de trabajo si se trata de colaborar, incluyendo el hecho de que ha provocado unos cuantos accidentes con su participación. Para ser exactos, los accidentes que ha provocado ha sucedido cuando es turno de demoler algún edificio viejo y se requiere más explosivos de lo requerido, debido a esto a veces las explosiones llegan a causar más daño de lo esperado, hiriendo a los trabajadores que se encontraban cerca. En su defensa, ella afirma que todo lo que sucede es por culpa de ellos que se descuidan y no prestan atención a los avisos de uso de explosivos, hay que regular eso.

Dejando los accidentes a un lado, las capacidades de TNTina para el trabajo han sido normales, sin algo que la destaque del resto de gente. Puede que esté trabajando con unos cuantos constructores de vez en cuando, pero es más frecuente verla en su respectivo puesto de venta que en otro trabajo, aunque bueno, no es de extrañar eso sabiendo que solo la necesitan para poder tirar algo con explosivos de forma controlada como se había dicho antes.

El otro testimonio que se conoce está en el mismo Archetype, quien es el compañero de trabajo de TNTina. Según él, cada día que él pasa trabajando con ella es uno bastante tranquilo a diferencia de lo que le habían contado antes de aceptarlo, le habían dicho que estar con la dinamita podría significar algo peligroso debido a su gusto por las explosiones, pero él ya comprobó por su cuenta de que no todo lo que decían era verdad.
De lo que ha podido ver en sus interacciones con la dinamita menciona que aún con su gusto por las explosiones es buena persona, a diferencia de lo que decía la gente ella ha mantenido una carisma tan curiosa para un amigo como lo es él, en parte porque ha interactuado poco con gente que trabaja con ella, lo cual es comprensible al tener su puesto en un lugar algo apartado del pueblo.

Con el tiempo ha estado más que acostumbrado a los trabajos de la dinamita, ha estado al tanto de las cosas que pueden llegar a pasar y evitando cualquier descuido en los explosivos que prepara. Como lo ha dicho el chico, TNTina es esa persona que estaría a tu lado en cualquier momento, dispuesta a darte una mano en el momento adecuado y soltando uno que otro chiste en ciertos momentos para aliviar la tensión. Él menciona también que ha sido una buena compañera cuando se trata de salir un rato siendo alguien que se lleva bien con los amigos de Archetype, lo cual lo alegra por tener a una buena amiga.

Por lo que ha dicho TNTina, todo el tiempo que ha pasado en el pueblo la han puesto a reflexionar sobre su futuro, pensando en que se volverá alguien exitosa con el pasar del tiempo si sigue con su trabajo pero cuidando más el evitar más problemas con quien sea. Luego de las muchas cosas que ha pasado en estos años ha decidido en mejorar su actitud y ser más cuidadosa con lo que hace, al tener ya a un compañero le será más fácil llevar todo en buenas manos en su trabajo y en su vida social.

Ambos han hecho una apuesta por ver si las cosas que ha dicho la dinamita se harán realidad, con Archetype teniendo más fe en que lo logrará de lo que puede pensar ella. De todas formas los dos se han vuelto buenos amigos con el pasar del tiempo, es más, él ya está teniendo un buen gusto por las explosiones y las demoliciones.

{🌺🍀🔷«❉||• •||❉»🔷🍀🌺}

Eso ha sido todo. Para ser un artículo que tuvo algunos retrasos desde que comencé a escribirlo creo que salió bastante bien al final. Falta ahora ver si podré hacer lo mismo con otro artículo que igual se quedó estancado.

Es posible que deje a un lado estos artículo para centrarme en otros más importante que he estado preparando en este año, lo cual ya es bastante tedioso. De todas formas ya estoy prestando más atención a lo que estoy escribiendo que antes al tener muchos trabajos a la mano, entre ellos el tener que traducir la historia que todos han leído.

Así sin más nos vemos en otro artículo, se me cuidan y que la pasen bien en los días santos y la cuaresma, aunque bueno, no se cuando comenzarán esos días.
Recuerden que pueden comentar y dar su opinión de este articulo para continuar con cosas interesantes como esta, también puedes compartir tus ideas en los comentarios, cualquier sugerencia será aceptada de mi parte.

Si quieres mandar tu idea al blog puedes hacerlo en mis redes sociales para darle una revisada y confirmar su aceptación, se dará el crédito al autor.

De antemano les agradezco por sus vistas en el Blog.


El Post del Momento

🩵💗🌈 Hatsune Miku y sus skins dentro de Fortnite 🩵💗🌈

Primero que nada, este artículo originalmente iba a ser una lista de varios personajes que estuvieron dentro de Fortnite en su momento y qu...


Lo Más Visto